Los gobiernos locales y regionales, unidos en el Día de la Paz

El día 21 septiembre, Día Internacional de la Paz, CGLU y nuestros miembros recordamos que la paz se define, no sólo por la ausencia de violencia física, sino también por la existencia de comunidades inclusivas que protejan los derechos humanos, combaten las desigualdades y valoran la diversidad.

El tema del Día Internacional de la Paz de 2017 es “Juntos por la Paz: Respeto, Seguridad y Dignidad para Todos y Todas”, en apoyo del espíritu de la campaña JUNTOS, una iniciativa global que promueve el respeto, la seguridad y la dignidad para todas las personas forzadas a abandonar sus hogares en busca de un futuro mejor. En la última década, más de 15 millones de personas han perdido sus vidas, y más de 40 millones se han visto obligadas a abandonar sus casas como resultado de un conflicto. Los gobiernos locales y regionales de todo el mundo se suman a la iniciativa JUNTOS para apoyar la diversidad, la no-discriminación y la aceptación de las personas migrantes y refugiadas.

CGLU y nuestros miembros hace tiempo que ponemos atención a la cuestión de las migraciones. En tanto que nivel de gobierno más próximo a las personas, los gobiernos locales y regionales tenemos un papel fundamental en la provisión de servicios básicos y la implementación de políticas de acogida a las personas migrantes para asegurar su inclusión económica, cultural y política.

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El rol de los gobiernos locales, y de las ciudades en particular, en la acogida de personas refugiadas y la construcción de una paz duradera todavía no ha sido suficientemente reconocido. Conscientes de ello, desde CGLU reiteramos nuestro llamado a consultar a los líderes locales y regionales e implicarlos en el diseño y la implementación de las políticas internacionales de migración y construcción de paz.

“En CGLU somos líderes locales situando nuestras prioridades en la agenda global y uniéndonos para compartir perspectivas y encontrar soluciones a desafíos como la construcción de paz”. Parks Tau

El Día de la Paz también es una oportunidad para que los gobiernos locales y regionales subrayen el hecho que la mayor parte de la violencia tiene lugar a nivel local –no entre estados-nación–, incluyendo los espacios públicos de nuestras ciudades y la esfera privada de nuestros hogares. Esta violencia es tanto estructural –negando a las personas sus derechos básicos– como simbólica –mediante símbolos que buscan legitimar la marginalización, la exclusión y la expulsión de los que son diferentes.

Los gobiernos locales y regionales entendemos que las violencias emergen de la desigualdad, de conflictos mal gestionados y de la falta de diálogo e información. Por ello, nos comprometemos a combatir la violencia construyendo una cultura de la paz, esto es, una cultura basada en la gestión del conflicto por las vías del diálogo y la negociación en pie de igualdad, sin usar medios violentos.

[Lea más sobre este tema: Compromiso de Madrid de Ciudades de Paz adoptado en el Foro Mundial sobre Violencias Urbanas junto con el Bureau Ejecutivo de CGLU]

Iniciativas de CGLU para promover la paz a nivel local

CGLU ha desarrollado una serie de iniciativas para promover la paz, la inclusión social y la diplomacia de ciudades.

A través de nuestra Comisión de Cooperación al Desarrollo y Diplomacia de las Ciudades, y del Grupo de Trabajo de Fortalecimiento Institucional y de las Capacidades (CIB), CGLU apoya a nuestros miembros en sus esfuerzos para prevenir los conflictos violentos y trabajar hacia el establecimiento de fundamentos sólidos para la democracia y la paz.

Además, el Premio por la Paz de CGLU da a conocer a la comunidad internacional los gobiernos locales que implementan estrategias para la prevención de conflictos, la construcción de paz y la reconstrucción post-conflicto. Asimismo, el Premio promueve iniciativas locales innovadoras de construcción de paz.

El ganador de la edición 2016 del Premio por la Paz fue el municipio de Kauswagan, en la provincia de Lanao del Norte de Filipinas. El jurado reconoció su habilidad para conectar los esfuerzos de construcción de paz con el desarrollo socioeconómico.

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