La experiencia #CitiesAreListening reúne a todas las esferas del gobierno y la comunidad internacional de donantes para abordar el futuro de la cooperación para el desarrollo durante y después de la era COVID-19

La experiencia #CitiesAreListening reúne a todas las esferas del gobierno y la comunidad internacional de donantes para abordar el futuro de la cooperación para el desarrollo durante y después de la era COVID-19

El mandato que surge de las experiencias #CitiesAreListening es pasar de la distancia social a un mundo impulsado por las comunidades. 

Como paso para cumplir el Pacto para el Futuro que CGLU acordó desarrollar en su último Consejo Mundial en Guangzhou, la experiencia #CitiesAreListening que tuvo lugar el 8 de diciembre tomó la forma de una conversación de alto nivel sobre la cooperación para el desarrollo y la pandemia de la COVID-19. En ella participaron representantes de todas las esferas de gobierno, así como miembros de la comunidad de donantes.

En colaboración con el Grupo de Trabajo de Fortalecimiento Institucional y de las Capacidades (CIB) de CGLU, que ha trabajado en una posición conjunta sobre la COVID-19 y la cooperación para el desarrollo de los gobiernos locales, así como con DeLoG, en la conversación se abordaron las últimas novedades en materia de desarrollo internacional y se reflexionó sobre la forma en que la crisis de la COVID-19 ha agudizado los retos preexistentes, pero también está creando nuevas oportunidades de cooperación. La sesión reunió a 120 participantes de todo el mundo y contó con doce ponentes que representaron a gobiernos locales, regionales y nacionales, así como a organizaciones donantes internacionales. Los ponentes hablaron sobre la forma en que la COVID-19 está repercutiendo en su labor, sus enfoques y sus prioridades, y reflexionaron sobre la manera en que el sector de la cooperación para el desarrollo debe evolucionar, habida cuenta del cambio de contexto y de las necesidades de los beneficiarios y los asociados.

La sesión se inició destacando los desafíos a los que el desarrollo se enfrenta en este momento. Por primera vez, el Índice de Desarrollo Humano reflejará un descenso en el desarrollo humano. Ello afecta a más de 100 millones de personas. Hasta 250 millones de personas podrían sufrir de hambre extrema y estrés alimentario. Los cierres han afectado a los millones de personas que dependen del sector informal. 32 millones de niños no pueden asistir a la escuela y, cuando estas reabran, hay un gran riesgo de que acaben inmersos en el trabajo infantil. También los países de ingresos medios que dependen del turismo se enfrentarán a una fuerte crisis económica y social. 

En este sentido, la solidaridad y la cooperación internacionales son más importantes que nunca. Ocupan un lugar central en el Decálogo de CGLU para la era posterior a COVID-19 y subrayan el importante papel de la cooperación en torno a la prestación de servicios locales, los caminos hacia la igualdad y la gobernanza, incluida la renovación del sistema multilateral y en la recuperación de la pandemia.

Jan van Zanen, alcalde de La Haya, presidente de VNG y copresidente de CGLU, enmarcó la conversación afirmando que los miembros de CGLU creen que la cooperación para el desarrollo es un instrumento clave para la recuperación y que es fundamental implicar a todas las partes interesadas en la conversación para garantizar un avance conjunto dentro del sector. Destacó, además, que los objetivos de desarrollo sostenible deben seguir siendo el programa central de todos nuestros esfuerzos.

A lo largo de la pandemia, los gobiernos locales y regionales han demostrado una y otra vez que la solidaridad es un faro de seguridad. El Pacto para el Futuro que está desarrollando CGLU, del que la experiencia #CitiesAreListening es un eje integral, tiene como objetivo asegurar que las perspectivas de nuestras comunidades se incorporen a los mecanismos de toma de decisiones y que el acceso a los servicios básicos esté garantizado para todos.

La cooperación descentralizada es un instrumento clave de la cooperación internacional y los programas de desarrollo, y es esencial para aumentar la capacidad de los gobiernos locales y regionales de desarrollar conocimientos colectivos y responder a los desafíos. Las asociaciones de gobiernos locales y regionales desempeñan un papel esencial en promover esta labor entre sus miembros y en garantizar que nuestras comunidades se sitúen en el centro del sistema multilateral al alzar sus voces y participar en alianzas sólidas con todos los interesados. 

«Los miembros de CGLU creen firmemente que la cooperación para el desarrollo de los gobiernos locales es uno de los instrumentos clave para hacer frente a los desafíos a los que se enfrenta la sociedad, desde los impactos climáticos hasta los retos sociales y las cuestiones de salud. Además, la cooperación para el desarrollo de los gobiernos locales y regionales puede ayudar a alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible, en el país y en el extranjero, también en el contexto renovado», Jan Van Zanen, alcalde de La Haya, copresidente de CGLU y presidente de VNG.

Emilia Saiz, secretaria general de CGLU, inició la sesión afirmando que «entender la cooperación como un principio universal, tan relevante para el norte como para el sur, es fundamental para la renovación del contrato social enmarcado en los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Las conversaciones sobre la cooperación también tendrán que abordar el regreso y el replanteamiento de los bienes comunes mundiales y la forma en que se aseguran».

El primer panel, compuesto por seis ponentes del sector de los gobiernos locales y varios Ministerios de Asuntos Exteriores, fue moderado por Lucy Slack, secretaria general adjunta del Foro de Gobiernos Locales de la Commonwealth. En él se pidió a los participantes que evaluaran el papel que los gobiernos locales y regionales están desempeñando en la pandemia de la COVID-19 y cómo está afectando a la cooperación para el desarrollo.

Geneviève Sevrin, directora de Cités Unies France, sostuvo que los gobiernos locales y regionales se han adaptado al nuevo contexto transformando su acción internacional en proyectos de recuperación inmediata, y destacó la voluntad de los gobiernos locales y regionales de aprender unos de otros y de cooperar como un aspecto clave para la recuperación.

Achim Johannsen, alto cargo de Políticas de la División de Gobernanza, Democracia y Estado de Derecho del Ministerio Federal de Cooperación Económica y Desarrollo de Alemania, se refirió a la importancia de hacer frente a las crecientes desigualdades, en particular en relación con la brecha digital, que es más acuciante que nunca. Además, pidió que se garantizara el acceso de los gobiernos locales y regionales a la financiación como medio para reducir la presión a la que se enfrentan. 

Thomas Gass, subdirector general de la Cooperación Suiza para el Desarrollo (Departamento Federal de Asuntos Exteriores), jefe de la Cooperación Sur (COSUDE), embajador y copresidente de la Alianza Global para la Cooperación Eficaz al Desarrollo, sostuvo que las tendencias que ya existían antes de la pandemia se han exacerbado en los últimos meses y que es importante responder con una narración coherente sobre cómo el fortalecimiento del tejido social se canaliza a través de las capacidades de los gobiernos locales y regionales.

Shehryar Sarwar, analista sénior de Gobernanza y Rendición de Cuentas de Global Affairs Canada, aportó sus ideas sobre el impacto de la pandemia en las mujeres y las niñas, y sobre la forma en que la pandemia ha aumentado la concienciación sobre la necesidad de crear un entorno propicio que potencie la voz y el liderazgo de las mujeres. También remarcó la importancia de fortalecer el nivel local para elevar la voz de las mujeres en la vida pública.

Bert Janssens, jefe de la Unidad Europea e Internacional de la Asociación de Ciudades y Municipios Flamencos (VVSG), sostuvo que, si bien la COVID-19 puso al mundo en suspenso durante los primeros meses, no ha puesto en suspenso el trabajo y el logro de los ODS. También abordó los desafíos de la cooperación entre ciudades en un contexto virtual y sostuvo que es necesario reforzar el presupuesto para la cooperación para el desarrollo.

Nayoka Martínez Bäckström, especialista sénior de Programas y coordinadora temática de Desarrollo Urbano en la Unidad para la Cooperación Mundial sobre el Medio Ambiente de la Agencia Sueca de Cooperación Internacional para el Desarrollo (Asdi), destacó que la inversión en los ODS es también una inversión hacia la recuperación. Asimismo, argumentó que la asociación de Asdi con CGLU es esencial para el logro de las agendas de desarrollo. La razón es que la organización mundial es un actor político influyente clave en representación de los gobiernos locales y regionales y sus comunidades. Destacó el sistema de aprendizaje que ha desarrollado CGLU para la localización y los intercambios entre pares como piezas fundamentales para el programa.

El segundo panel, moderado por el director de Cities Alliance, Billy Cobbett, abordó el impacto de la crisis en las prioridades de las políticas de cooperación para el desarrollo. En él se pidió a los participantes que aportaran sus contribuciones sobre los futuros escenarios de la cooperación para el desarrollo. Billy Cobbett explicó además cómo se había visto afectada la labor de Cities Alliance, y pidió que se considerara a los pobres de las zonas urbanas como asociados en pie de igualdad en el desarrollo de las ciudades, como medio de poner freno a las desigualdades. Ello, compartió, es en sí mismo un requisito previo para resolver muchas de las crisis de nuestro tiempo.

Shipra Narang Suri, jefa de la Subdivisión de Prácticas Urbanas de ONU-Hábitat, inauguró el panel destacando que los estímulos fiscales aún no se han abordado en los gobiernos locales y regionales, y que las conversaciones sobre la recuperación y la transformación del sistema multilateral deben abordar nuevas fuentes de financiación para las esferas de gobierno subnacionales.

Carme Gual, directora de la Agencia Catalana de Cooperación al Desarrollo, se refirió a la necesidad de crear nuevas alianzas con ONG, instituciones académicas y organizaciones humanitarias, entre otras. También pidió que se identificaran posibles alianzas temáticas, como la existente entre el sector ambiental y la cooperación para el desarrollo, y mencionó que los gobiernos a todos los niveles deberían facilitar espacios para asegurar que estas alianzas se produzcan.

Lex Gerts, director adjunto de Estabilización y Ayuda Humanitaria del Ministerio de Relaciones Exteriores de los Países Bajos, sostuvo que, si bien la agenda de recuperación es amplia, el aspecto clave es trabajar con los actores locales para mejorar la resistencia, la apropiación y la evaluación de los programas universales de desarrollo. «La programación y las políticas deben ser adaptables, pero no erráticas. Tenemos que seguir siendo socios confiables».

Jenny Jansson Pierce, directora de SKL International, destacó cómo la pandemia ha arrojado nueva luz sobre la importancia de la cooperación y sobre la importancia de las asociaciones de los gobiernos locales. La pandemia, sostuvo, necesitará que el sector de la cooperación para el desarrollo desarrolle alianzas sólidas y proyectos flexibles, para garantizar que aún se obtienen resultados esperados.

Marlène Siméon, directora de PLATFORMA, presentó la respuesta de #TeamEurope a la pandemia, puesta en marcha por la Unión Europea, y sostuvo que el objetivo ahora es asegurar que los gobiernos locales y regionales estén realmente incluidos en la respuesta, en particular en aspectos como los derechos humanos, la igualdad de género y los derechos de los migrantes.

Hiroyuki Ito, director del Plan de Acción para una Ciudad Verde (GCAP) del Banco Europeo de Reconstrucción y Desarrollo, expuso las iniciativas concretas de ciudades verdes emprendidas durante la pandemia y pidió que se adoptara un enfoque holístico de la resiliencia más allá de la preparación para los desastres que incluyera el acceso a los servicios, la educación y el acceso sostenible a los alimentos.

Peter Knip, director de VNG International y presidente del CIB, concluyó la sesión elogiando el Pacto para el Futuro y el carácter multiactor de las experiencias #CitiesAreListening. Además, sostuvo que, como resultado de la crisis actual, el dominio público vuelve a estar en la conversación. Es esencial seguir realizando evaluaciones de las necesidades en los países en los que trabajamos, así como en nuestros propios países, para comprender este nuevo contexto y mejorar la vida de nuestras comunidades.

«Al escuchar estas conversaciones, sentí que compartimos muchos valores comunes entre los gobiernos locales y regionales y sus asociaciones, ejecutores de programas de cooperación para el desarrollo, y los donantes. Las necesidades de nuestros socios han cambiado, los instrumentos de cooperación han cambiado. Necesitamos ver esto como una responsabilidad conjunta para adaptarnos a las nuevas realidades a fin de contribuir a reconstruir mejor», Peter Knip, director de VNG International y presidente del CIB.

El tesorero de CGLU y alcalde de Kitchener, Berry Vrbanovic, pronunció las palabras de clausura, con las que argumentó que las alianzas entre los gobiernos locales y regionales son más necesarias que nunca, del mismo modo que pidió a todas las esferas de gobierno que unan sus esfuerzos para un futuro más sostenible.

«Nunca ha sido tan importante como ahora estar alineados y cooperar para poder llevar a cabo programas eficaces. Esta pandemia nos ha demostrado que es crucial colaborar no solo entre los gobiernos locales, sino entre las esferas de gobierno, para trabajar conjuntamente y participar en diálogos y en una labor de desarrollo significativa», Berry Vrbanovic, alcalde de Kitchener y tesorero de CGLU.

La sesión concluyó con el compromiso de los actores de seguir participando en el diálogo estructural proporcionado por las experiencias #CitiesAreListening. Se compartió que, aunque las prioridades en torno al desarrollo no van a cambiar, el por qué hacemos cooperación y cómo priorizamos los temas clave se van a ver afectados por la pandemia. Es innegable que la protección de los bienes comunes tanto a nivel local como mundial tendrá que ser un objetivo más claro de lo que ha sido hasta ahora.